Me formé en diferentes pedagogías y conocí el trabajo de Arno Stern, Emmy Pickler, María Montessori, Rebeca y Mauricio Wild, Summerhill, Sudbury Valley… Y descubrí que había otras maneras de acompañar a las criaturas en su crecimiento. Después tuve la oportunidad de trabajar en una Escuela Democrática que me permitió experimentar esta nueva mirada.

Conocí a Michel Odent y supe entonces que la importancia de cuidar cómo nos relacionamos con las criaturas llega ya antes de que nazcan. Y supe, después, que en realidad lo que cambia la manera en la que nos relacionamos con las niñas y los niños es la manera en la que nos relacionamos con nosotras mismas, con los adultos que nos rodean, con la tierra que nos sostiene. La clave está en nuestra forma de relacionarnos con el mundo.

Cuando fui madre viví la mayor de las revoluciones. Y supe, entonces, que todo el saber intelectual pasa a un segundo plano, lo que marca nuestras relaciones es la experiencia, lo que vamos viviendo y cómo podemos ir relacionándonos con ello. Sin duda tener ciertos conocimientos nos ayuda a comprender, a integrar y a poder transformar, pero supe que no debía olvidar la importancia de escucharme a mí misma y de actuar conforme a mi instinto. 

Y ahora, con mi vocación, mis conocimientos y mi experiencia como madre y acompañante me sumerjo en este proyecto: Vivêt. Un espacio en el que poder encontrar una comunidad y el acompañamiento para descubrir el bienestar desde el que relacionarte contigo, con tus hijas e hijos y con las personas que te rodean.